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Las mujeres y los payasos se pintan la cara,
También los mimos,
Los que quieren ser otros y no ser los mismos,
Ocultar una pena y jugar a ser felices.
Pintarse la cara es mejor que cubrirla,
Las líneas viejas o felices no se pierden
Solo se cubren bajo una capa suave de pintura
Que no oculta el llanto ni la pena.
Las mujeres y los payasos se pintan la cara
Y la noche se cubre de escarcha
Para disimular su pena,
La sombra modifica las profundas grietas del alma
Ahí donde perece el grito mudo del mimo.
El payaso llora en el fondo y la mujer llora mientras plancha,
Sala su llanto la merienda diaria y su pena no acaba.
La pintura es solo una piel que nada disfraza,
Las penas son penas y crecen desde el alma,
Las lágrimas la lavan cuando se despeñan por sus mejillas
Y dejan la huella clara de una tristeza guardada.
Fue fácil olvidar todo lo que un día compartimos,
Fue fácil olvidarse de las promesas,
Siempre supe lo mucho que te gustaba,
Pero jamás me detuve a pensar que serias
capaz de cambiarlo todo por aquello,
Jugaste con lo más lindo que alguien puede
arrastrar desde su niñez.
No cargo con nada porque tú todo lo mataste,
No me pesa el alma, porque la defraudaste
Y después de eso vacía se quedo,
No me dolió el cambio, créelo!
Me dolieron las mentiras,
Dañaste mi alma, mi confianza, mi amor y mi locura.