lunes, 19 de diciembre de 2011

Lo que piensas y lo que crees es lo que se convertirá en realidad.

Mediante el pensamiento conceptualizamos nuestras experiencias y nuestra realidad; nuestras actuaciones son, en gran parte, resultado de ese proceso interior. Es curioso el modelaje que llevamos a cabo desde nuestra infancia con el raciocinio y como nos encargamos de ocultar ciertas ideas que consideraríamos dañinas para uno mismo o los demás en el caso de exteriorizarlas, que sin embargo, salen a flote paradójicamente cuando realmente no pensamos lo que decimos (por ejemplo en momentos de enfado o de abstracción). Por otro lado, en la fuerza de nuestros pensamientos radica nuestro éxito o fracaso, y en este sentido, es increíble hasta qué punto éstos están determinados por nuestras creencias y valores y por la seguridad y confianza en nuestros propios logros y cualidades. En definitiva, si crees que vas a caer, acabarás cayendo, de la misma manera que si estás convencido de que puedes conseguir algo (sea lo que sea) lo acabarás consiguiendo. En realidad poseemos un gran poder para con nosotros mismos que muchas veces dejamos escapar por el simple hecho de no creernos capas de crear...!

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