Hoy ya no puedo acostarme
Sin recordar los momentos de ayer,
Recorriendo tu cuerpo en besos de invierno
Bajo las sabanas y sobre el mantel.
Como mirabas perdida la miel de mis ojos
Sobre tus ojos pidiendo a gritos muteados
De amores que me besaras sin perder la fe.
Y vino el invierno tardío que llega siempre
Para enloquecernos en el miedo profundo
De ausencias y sin darnos cuenta perdimos la fe.
Sé que es inevitable pensar que fallaste
Cuando fue al revés,
Por hablar idioma distinto de flores,
Por no abrazarte igual que ayer.
Caminamos la vida a pies descubiertos
En la arena y el mar,
Ese mar que tanto amas
Que como este amor siempre te bañara,
Siempre te esperara.
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